Pulsa, pellizca o tira. Cuando los dientes duelen, es extremadamente desagradable. Una posible causa es la caries. Por pequeño que sea el agujero, los microorganismos penetran en el interior del diente y provocan una inflamación. El nervio del diente se irrita o incluso puede resultar dañado.
Un agujero en el diente es la causa clásica del dolor de muelas. Sin embargo, los cuellos de dientes expuestos, las encías inflamadas, los empastes defectuosos o el rechinar de dientes por estrés también pueden provocar dolor de muelas.
El dolor de muelas debe tratarse siempre con un cepillo de dientes.
El dolor de muelas siempre debe ser revisado por un dentista, ya que sólo el experto puede encontrar la causa y también ponerle remedio. Las dolencias que se tratan demasiado tarde pueden tener consecuencias nefastas porque los patógenos de la cavidad bucal pueden entrar en el torrente sanguíneo y desencadenar otras inflamaciones, por ejemplo reumatismo, enfermedades respiratorias o problemas cardíacos.
Es posible, sin embargo, que un dolor de muelas sea tratado por un dentista.
Sin embargo, es posible que no pueda concertar una cita con el dentista de su confianza. Porque es fin de semana, estás de vacaciones o por alguna otra razón no es conveniente. Entonces, puedes intentar aliviar el dolor con remedios caseros de eficacia probada para hacer de puente hasta tu visita al dentista.
Puedes intentar aliviar el dolor con remedios caseros de eficacia probada para hacer de puente hasta tu visita al dentista.
En general, es aconsejable dejar de consumir nicotina y alcohol cuando se tiene un dolor de muelas agudo. Además, absténgase de comer alimentos duros y azucarados. Cada persona reacciona de forma diferente a los remedios caseros para el dolor de muelas. Por lo tanto, vale la pena probar diferentes remedios para averiguar cuál funciona mejor.
Remedios caseros de eficacia probada para el dolor de muelas
Bolsas de hielo para enfriar
Enfríe la mejilla con bolsas de hielo, compresas o almohadillas refrigerantes. También puede chupar pequeños cubitos de hielo para enfriar la zona dolorida de forma más específica. El frío adormece las terminaciones nerviosas y puede así aliviar el dolor y reducir la inflamación. También contrae los vasos sanguíneos y ralentiza los procesos inflamatorios.
Té como enjuague bucal
Numerosos tipos de té pueden tener un efecto antiinflamatorio. Los dentistas recomiendan enjuagarse con té verde, menta, manzanilla o salvia dos o tres veces al día para el dolor de muelas. Una infusión de hierba de San Juan, valeriana o melisa también puede aliviar el dolor.
Puedes beber el té o enjuagarte la boca durante uno o dos minutos. Además, puedes dejar enfriar la bolsita de té y presionarla suavemente sobre el diente dolorido. Las hojas de salvia también se pueden masticar directamente.
Cebolla triturada
Corta una cebolla en dados y mételos en un pañuelo o una toalla fina. Legen Sie den Beutel von außen an die betroffene Stelle. El efecto antibacteriano de la cebolla puede ayudar a aliviar la inflamación y, por tanto, también el dolor.
Jengibre
El jengibre fresco puede ayudar con la inflamación de la boca. Se dice que la raíz de jengibre inhibe la enzima ciclooxigenasa y, por tanto, tiene un efecto analgésico y antibacteriano. Corta el jengibre fresco en trozos pequeños y vierte agua caliente sobre ellos. Deja enfriar la decocción y enjuágate con ella varias veces al día. Otra posibilidad es masticar un trozo de jengibre con el diente dolorido, si es posible. La masticación libera el jugo exactamente donde duele.
Hojas de parra
La col rizada contiene ciertas enzimas que tienen un efecto descongestionante sobre la gingivitis. Envuelva hojas frescas de col rizada en un paño húmedo de algodón o lino y manténgalo sobre la mejilla dolorida. El efecto analgésico comienza al cabo de media hora.
Aceites esenciales
El aceite de clavo o de árbol de té puede tener un efecto desinfectante y antiséptico sobre la inflamación bacteriana de la boca. Para ello, aplique el aceite diluido con agua sobre el diente dolorido o prepare un enjuague (5 gotas de aceite en 250 ml de agua). La mezcla sólo se utiliza para enjuagar y luego se vuelve a escupir.
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Alternativamente, puede masticar un clavo durante varios minutos, preferiblemente con el diente dolorido, para permitir que el aceite actúe en el lugar.
Por último, pero no por ello menos importante, recuerda: ningún remedio casero sustituye la visita al dentista. Tanto los remedios caseros como los analgésicos sólo alivian los síntomas, pero no combaten la causa.
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