La gingivitis es una infección aguda o crónica de las encías. Suele estar causada por la acumulación de placa bacteriana en el tejido que rodea los dientes.
La placa se compone de partículas de saliva, restos de comida y bacterias que liberan toxinas y causan inflamación. La placa incolora a amarillo pálido no puede enjuagarse, pero puede eliminarse con un cepillo de dientes, seda dental o cepillos interdentales. La placa se forma cuando los dientes no se cepillan con cuidado. Se puede concluir que la gingivitis suele estar causada por una higiene dental deficiente.
Tomarse en serio los primeros signos
En las primeras fases de la gingivitis, puede sentir o ver un aumento de la sensibilidad dental y encías sangrantes, hinchadas o enrojecidas. En este caso, debe concertar una cita con su dentista para que la gingivitis pueda tratarse a tiempo. Si la inflamación de las encías se encuentra en los espacios interdentales, a menudo no hay dolor alguno porque la inflamación está más o menos protegida por los dientes. Por lo tanto, las revisiones periódicas con el dentista son muy importantes para poder detectar y tratar incluso la gingivitis indolora.
La gingivitis no tratada puede evolucionar a periodontitis crónica, coloquialmente conocida como periodontosis. En este caso, las encías se retraen y se forman pequeñas bolsas. Las bacterias pueden multiplicarse en estas bolsas, dañando y debilitando el hueso y provocando finalmente la pérdida de dientes.
Cuando la gingivitis se convierte en periodontitis
Alrededor del 50% de la población alemana mayor de 30 años padece periodontitis crónica. Las bolsas gingivales duran para siempre, por lo que una higiene bucal cuidadosa es más importante que nunca.
Cepíllese los dientes sistemáticamente dos veces al día. Para ello, utilice un cepillo manual o un cepillo eléctrico de cerdas suaves. También debes utilizar hilo dental o un cepillo interdental una vez al día para limpiar los espacios entre los dientes. Además, utilice enjuagues bucales específicos para las infecciones de las encías.
Es aconsejable someterse periódicamente a una limpieza dental profesional con una cita de revisión en el dentista. Desgraciadamente, los seguros de enfermedad públicos no suelen cubrir los gastos de una limpieza dental profesional, pero hay excepciones. Merece la pena preguntar si su seguro de enfermedad podría pagar una subvención a tanto alzado. Durante una limpieza dental profesional, un especialista se encarga de realizar una limpieza mecánica completa de los dientes. Los déficits en su propia higiene dental pueden compensarse de este modo. Además, se miden regularmente las bolsas de las encías para poder reaccionar a tiempo ante un posible agravamiento.
Una higiene bucal cuidadosa inhibe la propagación de bacterias en las bolsas. Esto es importante porque las bacterias de la cavidad bucal pueden llegar a la sangre. Esto puede tener un efecto negativo en la salud del corazón, y son posibles complicaciones de enfermedades cardiovasculares, como un derrame cerebral o un infarto de miocardio. Además, la gingivitis también puede afectar negativamente a otras enfermedades, como la diabetes o algunos tipos de cáncer.
También puede provocar infecciones agudas, como la neumonía.
¿Qué factores intervienen además de la higiene dental?
Una higiene bucal cuidadosa es la clave para combatir y prevenir la gingivitis. Por desgracia, para algunas personas, incluso una ligera acumulación de placa puede acarrear problemas.
Los siguientes factores favorecen la gingivitis:
- Sistema inmunitario debilitado
- Enfermedades crónicas, como la diabetes
- Tabaquismo
- Estrés
- Fluctuaciones hormonales, por ejemplo durante la pubertad o el embarazo
- Medicación (antihipertensivos, inmunosupresores)
- Boca seca
- Dentaduras postizas que no se ajustan bien
- Predisposición hereditaria
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