Incluso los antiguos romanos sabían que era recomendable un "limpiador" para limpiar los dientes. Utilizaban un polvo dentífrico hecho de polvo de mármol, piedra pómez o cáscaras trituradas de ostras y huevos. En aquella época, la limpieza de los dientes se realizaba principalmente por abrasión.
Las partículas abrasivas siguen formando parte del dentífrico hoy en día. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con la dosis, porque demasiada abrasión puede dañar los dientes. El ingrediente más importante de los dentífricos modernos es el flúor, porque los fluoruros refuerzan el esmalte dental y reducen la caries a largo plazo. Así lo ha demostrado científicamente, entre otros, la renombrada Colaboración Cochrane, que evaluó 71 estudios clínicos de alta calidad en un metaanálisis.
El ingrediente más importante: el flúor
La pasta de dientes debe contener flúor, pero eso no facilita la decisión. Al contrario. La elección es enorme, porque casi todos los dentífricos contienen flúor. Sin embargo, si te fijas bien, descubrirás rápidamente tres tipos de dentífricos: el dentífrico universal, el dentífrico sensible y el dentífrico blanqueador. La gama se completa con dentífricos para niños y dentífricos con ingredientes vegetales.
La pasta dentífrica universal es para todas las personas que no tienen problemas con los dientes o las encías. Se centra en la protección completa de dientes y encías frente a la caries.
La pasta dentífrica Sensitive se recomienda a las personas con dientes sensibles. La sensibilidad suele deberse a que los cuellos de los dientes están expuestos, por lo que los estímulos externos, como el frío, resultan dolorosos. En este caso, el dentífrico debe tener una abrasión baja (inferior a 40) para limpiar suavemente el esmalte de los cuellos dentales expuestos.
Además, los dentífricos sensibles suelen contener fluoruro de estaño, un agente antibacteriano que supuestamente ayuda contra la caries y la sensibilidad al dolor.
Alta abrasión contra la decoloración
Los dentífricos blanqueadores prometen al usuario "dientes blancos radiantes" o "dientes extra blancos". Sin embargo, estos dentífricos no blanquean, sino que simplemente tienen una mayor abrasión. El mayor contenido abrasivo tiene el efecto del papel de lija y ayuda a eliminar mejor las manchas más rebeldes causadas por el consumo de café, té, nicotina o vino tinto. Por lo tanto, en última instancia, los llamados "blanqueadores" entre los dentífricos se ocupan principalmente de aflojar la placa para recuperar el blanco natural de los dientes.
La abrasión, también llamada valor RDA, debe situarse entre 40 y 80. No se recomiendan dentífricos con un valor superior, de hasta 200, porque demasiadas partículas abrasivas pueden dañar los dientes.
Las pastas dentífricas para niños tienen un contenido en flúor inferior al de las pastas dentífricas convencionales, hasta unas 500 ppm. Dado que los niños más pequeños todavía tragan la pasta de dientes, las dosis más altas de flúor podrían provocar problemas estomacales. Entre los seis y los doce años, se recomienda una cantidad de flúor de 1.000 a 1.450 ppm en la pasta dentífrica. El sabor de los dentífricos infantiles suele ser dulce para motivar a los niños a cepillarse los dientes. Por supuesto, no contiene azúcar.
También hay dentífricos con ingredientes herbales. Son populares los de salvia, manzanilla, pantenol o romero, que se supone que tienen un efecto antiinflamatorio o antibacteriano.
¿Qué más es importante además del dentífrico adecuado?
Un dentífrico adaptado a tus necesidades individuales favorece tu higiene bucal personal, pero hay otros factores que también desempeñan un papel importante. Por ejemplo, el cabezal rectificado profesionalmente del cepillo eléctrico o la técnica de cepillado correcta.
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