Una higiene bucal meticulosa siempre es importante, pero durante la pandemia de coronavirus lo es más que nunca. Una infección por Covid-19 supone un gran reto para el sistema inmunitario. Que el suyo esté intacto depende de diversos factores, entre ellos las bacterias de la boca.
La boca está caliente, húmeda y absorbe alimentos con regularidad. Estas son condiciones ideales para que prosperen las bacterias, pudiendo formarse fácilmente colonias enteras, más conocidas como sarro o placa dental.
Tu sistema inmunitario tiene mucho que hacer incluso sin virus corona
Las colonias bacterianas son peligrosas porque tarde o temprano desencadenan la gingivitis. Muchas personas piensan que todo va bien con sus encías porque no sangran cuando se cepillan los dientes. Por desgracia, esto no es del todo cierto, porque la gingivitis suele empezar en los espacios entre las muelas. Entonces, la inflamación de las encías queda protegida por el diente, por así decirlo: no hay sangrado de encías ni otros indicios. Por el contrario, se extiende sin alteraciones. De hecho, a partir de los 35 años, el 52% de las personas ya están afectadas por gingivitis (periodontitis), y en los mayores es casi el 75%.
La inflamación de las encías puede convertirse en inflamación ósea, que corroe profundamente el hueso de la mandíbula. Por desgracia, esta inflamación ósea no causa dolor, y a menudo ni siquiera sangrado de las encías. Por lo tanto, puede progresar sin ser detectada y causar daños terribles.
Ya sea una inflamación de las encías o de los huesos, toda inflamación es una reacción del sistema de defensa del organismo ante un estímulo nocivo. Así, el sistema inmunitario se pone en marcha para luchar contra las bacterias que han invadido las encías y tiene menos capacidad libre para eliminar otros estímulos nocivos, como los virus covid-19. Los investigadores descubrieron en febrero que la cavidad bucal es el punto de entrada más importante para el virus SARS-CoV-2. Ello se debe a que la mayoría de los receptores del virus se encuentran en la cavidad bucal. Esto se debe a que la mayoría de los receptores que el virus necesita para entrar en el organismo se encuentran en la boca. El virus se multiplica allí y luego puede entrar en los pulmones.
Haz el trabajo por tu sistema inmunitario
Asegúrate de que las bacterias de la boca y la garganta no tengan ninguna oportunidad. Cepillarse los dientes con regularidad es esencial. El cepillado con un cepillo eléctrico es especialmente recomendable porque los movimientos asistidos por motor limpian con mayor eficacia. Los errores de cepillado son más fáciles de perdonar.
Asegúrate de cambiar los cepillos con regularidad, porque acumulan muchas bacterias y gérmenes. En el caso de los cepillos demirdentales, la pérdida de color de los cepillos indicadores azules le recuerda que debe cambiarlos a tiempo.
Para eliminar cuidadosamente las bacterias, no sólo deben limpiarse los dientes, sino también los espacios interdentales. A pesar del pulido profesional de los cabezales de los cepillos, hay lugares a los que ni el cepillo eléctrico ni el cepillo manual pueden llegar. Por lo tanto, se recomienda utilizar hilo dental o cepillos interdentales con regularidad.
El uso de un enjuague bucal completa el cuidadoso programa de cuidado bucal, ya que los enjuagues suprimen los gérmenes de la cavidad bucal y cuidan también las encías y los dientes.
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